EL SALVADOR DE BUKELE

Por Rucio R.

Mucho se habla de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador.

Los índices de popularidad después de 5 años de gobierno, lo sitúan como el mandatario con el índice más alto de popularidad del continente americano.

¿Pero qué hay detrás de esta popularidad?

Los discursos de la derecha a nivel mundial, colocan a la delincuencia como uno de los problemas más sentidos por la población, esto gracias al bombardeo comunicacional al cual está sometida la población especialmente en Latinoamérica.

Los grupos de derecha, han conseguido posicionar el tema de la seguridad en primer lugar y han hecho que la población esté dispuesta a sacrificar algunos de sus derechos básicos en favor de la tranquilidad.

Revisando algunos índices económicos y sociales de El Salvador, encontramos que.

Desde el año 2019 en que asumió el gobierno Nayib Bukele, la pobreza se ha incrementado desde un 26.8% a un 30% al 2023. Aproximadamente un 9% de la población vive en una pobreza extrema cuyos ingresos no alcanzan a cubrir una canasta básica de consumo.

Por otro lado, un 40% de la población, se encuentra en situación de vulnerabilidad, significa que oficialmente no califican como pobres, pero están en riesgo de caer en la pobreza, por pérdida del empleo o una enfermedad.

En el año 2022 el 20% más rico concentraba el 44.8% de la riqueza mientras 1.8 millones de persona son pobres y 2.5 millones en riesgo de caer en la pobreza.

Si pensamos que la población de El Salvador llega a 6.3 millones de habitantes, tenemos que el 68% de la población es pobre o vulnerable. Es uno de los países con mayor desigualdad económica del continente.

En cuanto al acceso a una vivienda, el déficit alcanza a 1.300.000 viviendas, esto significa que el 91% de la demanda total de viviendas no está cubierto y los que logran vivir en una, ésta es precaria y de materiales de muy baja calidad.

Tenemos entonces una meridiana claridad de quien está pagando la lucha contra la delincuencia en El Salvador.

El derecho a una vida segura y tranquila, no puede ser con costo a los derechos básicos, En los últimos años es recurrente el discurso de la derecha, de exigir más recursos para combatir la delincuencia y el narco tráfico, mientras exigen bajas de impuestos y reducción del gasto fiscal.

Esto significa, menos gasto en salud, educación, viviendas.

Por un lado, se precariza cada día más y se condena a la pobreza y marginalidad a millones de personas y por otro un pequeño porcentaje de la población cosecha las utilidades del sistema.

Lo que se necesita en El Salvador tanto como en Chile y en todos los países de Latinoamérica es un combate frontal a la delincuencia y narcotráfico, pero también con mucho más ímpetu, un combate radical a la pobreza y desigualdad.

El drama de la clase trabajadora sigue siendo la falta de una organización de clases, que defienda y luche por mejores condiciones de vida de la clase trabajadora.

Sabemos que, bajo este sistema capitalista, eso es imposible. Por lo tanto, la tarea es levantar esa organización y dirigir la lucha contra el sistema capitalista y su versión neoliberal.

Hoy día están dadas todas las condiciones objetivas para una vida plena sin precariedades con el avance de la ciencia y la tecnología, además de la inteligencia artificial, podríamos tener jornadas laborales de cuatro horas diarias, pleno empleo, calidad de vida para quienes se jubilan, viviendas dignas y cómodas.

Solo una sociedad Socialista, democrática, ecológica bajo el control de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, puede asegurar ese estado de bienestar para todos.

Comité por una Internacional de Trabajadores

CWI CIT.

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