Chile – Construir una nueva alternativa politico social que represente las necesidades de la clase trabajadora

por Patricio Guzmán S.

Comité por una Internacional de Trabajadores en Chile

Las lecturas que se han hecho de los resultados electorales dicen que el gran triunfador fue el Partido Republicano y que la gran amenaza es el fascismo, la verdad es distinta. La derecha ha conservado su caudal de sufragios pero se desplazó del bloque UDI – RN a los Republicanos, quienes aparentemente han topado techo electoral. Lo nuevo es la emergencia de un bloque masivo de la izquierda rupturista que se expreso en los 2 milones y medio de votos nulos y blancos. Esos votos de protesta y rechazo por la izquierda al golpe constitucional muestran el potencial inmediato para construir una alternativa anticapitalista.

En las últimas elecciones al Consejo Constitucional, un fraude para mantener lo medular de la vieja constitución de Pinochet-Lagos, más de 2,1 millones de sufragios fueron votos nulos, un 16,98% de los sufragios válidamente emitidos, mientras que los denominados blancos ascendieron a 565.497, un 4,55% del total. El voto nulo obtuvo la tercera mayoría nacional más votada, dejando atrás a las listas de Chile Seguro (la derecha tradicional) (2.063.892 votos), Todo por Chile, la ex Concertación (877.199 votos) y Partido de la Gente (537.067 votos). 

El partido Republicano se quedó con 23 consejeros constitucionales obteniendo el mayor porcentaje de votos a nivel nacional con 35,4% de los votos validamente emitidos, lejos por cierto de ser la fuerza mayoritaria del universo de votantes.

Hay que reinstalar la esperanza socialista transformadora

La única manera de derrotar la derecha y aplastar el fascismo es construir un partido independiente de la clase trabajadora que luche por un programa para responder a las necesidades de la clase trabajadora y que pueda alejar a los trabajadores vulnerables de las ideas reaccionarias y ayudar a desmantelar las condiciones económicas y sociales que favorecen a la extrema derecha.

Los antiguos partidos de la clase trabajadora se han reducido a aparatos sin aspiraciones de transformación social real, la casta politíca tiene una distancia cada vez mayor con los ciudadanos, sus intereses son distintos y contradictorios con los del pueblo, tienen un discurso engañoso para captar votos y luego se ponen sin dudar al servicio de los intereses de las grandes empresas y las multinacionales. Debemos batallar contra las fuerzas de la reacción en lo inmediato para defender y extender los derechos y condiciones de los trabajadores. Se ha abierto un ancho camino para construir una nueva formación politico social que represente las necesidades de la clase trabajadora y sus familias, nuestra responsabilidad es avanzar en este sentido.

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