2 de octubre de 2023 Anton McCabe, Izquierda Militante (CIT Irlanda)
Imagen: Lago Neagh (Foto: CC)
El lago de agua dulce más grande de Irlanda, Lough Neagh (también el lago más grande entre las islas de Irlanda y Gran Bretaña), está al borde del desastre ecológico. Las razones son una mezcla de codicia de las empresas privadas y la inacción de las autoridades públicas encargadas de hacer cumplir la protección ambiental. Desde principios de este siglo, ha habido una caída mínima del 80% en las aves migratorias invernales en el Lough. Ha habido un colapso mínimo de dos tercios en la vida de insectos y caracoles. Se teme que las poblaciones de peces colapsen por completo.
El agua del lago, de 32 kilómetros (20 millas) de largo y 14 kilómetros (9 millas) de ancho, es de propiedad pública. Sin embargo, en una extraña resaca del feudalismo, Shaftesbury Estate es propietaria del lecho y la playa. Hace cuatrocientos años, el entonces rey se los dio a Sir Arthur Chichester durante la Plantación de Ulster [La Plantación de Ulster fue la colonización de Ulster – una provincia de Irlanda – por gente de Gran Bretaña durante el reinado del Rey James 1]. En el siglo XIX pasaron a Shaftesbury Estate, con sede en Dorset.
Este verano, las algas tóxicas han sido un problema grande y visible. Los perros bebieron agua del lago y murieron. Las algas flotaron por el Bann hasta el mar y obligaron al cierre de las playas en Co. Derry.
El Lago suministra el 40% del agua potable del Norte. Las algas resultan de escorrentías de la agricultura a escala industrial. La agroindustria es un sector peligrosamente influyente del capitalismo en el Norte. Ni los altos funcionarios públicos ni los principales partidos políticos se atreverán a hacerle frente.
El dragado de arena es otra causa de enormes daños al Lough. Las empresas de dragado reciben millones en desgravaciones fiscales. En los últimos dos años se han conocido 49 incumplimientos de condiciones. Shaftesbury Estate recibe un impuesto por cada tonelada de arena. El dragado ha provocado zonas muertas en el Lough. Estos tardarán siglos en recuperarse. Hay cicatrices de 56 pies de profundidad en el lecho del Lough. En 2017, el Tribunal de Apelaciones dictaminó que se debía revisar el dragado. A pesar de ello, en 2020 la ministra de Medio Ambiente, Nichola Mallon, del SDLP, permitió que continuara el dragado.
La destrucción de Lough Neagh es un ejemplo brutal de cómo el capitalismo explota y destruye la naturaleza sin tener en cuenta el futuro. Para detener esta amenaza, el lago en su totalidad debe pasar a ser de propiedad pública para poder salvarlo.
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