Jano Ramirez
Ad portas de cumplirse 532 años de una de las invasiones más sangrienta que haya conocido la historia de la humanidad, donde se aniquiló a la mayoría de población nativa de América y la que logró sobrevivir hasta el día de hoy sufre del despojo de sus tierras ancestrales y el sometimiento a un modelo económico, político, social y cultural que los margina hacia la precariedad, la pobreza y la invisibilidad más absoluta.
El denominado continente americano y las naciones creadas por el imperio invasor está erigido sobre la sangre de millones de nativos.
Han pasado siglos de resistencia que ha logrado a pesar de los imperios, mantener el fuego de la lucha en todo el continente para hacer frente a los ataques de los diferentes gobiernos capitalistas.
En Chile el único periodo en que realmente se empoderaron los diferentes pueblos originarios para salir de la pobreza, donde se concretó una real recuperación de tierras ancestrales, de su cultura, de la relación material y espiritual de los pueblos indígenas con la tierra y el agua, en definitiva, en el aumento en el nivel de vida de los pueblos nativos fue durante el periodo de la Unidad Popular.
Sin embargo, ya sabemos cuál fue la respuesta del gran empresariado, el más brutal golpe de estado en el que asesinaron, torturaron, hicieron desaparecer a miles de trabajadoras y trabajadores, en los campos donde el indígena y no indígena lucharon para llevar a cabo y extender la ley de Reforma Agraria, fueron reprimidos, hechos desaparecer, actos de venganza donde el terrateniente junto a la dictadura cometió las más horrendas formas violaciones a los DDHH.
Este 12 de octubre al cumplirse un año más de resistencia, la lucha de los pueblos está más presente que nunca.
En democracia el estado chileno sigue asesinando al pueblo Mapuche.
Camilo Catrillanca, Victor Mendoza Collío, Jaime Mendoza Collío, Johnny Cariqueo, Matias Catrileo, Jose Huenante, Alex Lemun, son algunas de las tantas víctimas asesinadas por la policía.
A 1 año y medio del gobierno de Boric, el racismo del Estado Chileno en contra del pueblo Mapuche no ha cambiado en nada y en muchos casos ha recrudecido la represión.
Tenemos zonas totalmente militarizadas, con leyes como la de gatillo fácil (Ley Nain-Retamal)
Cuando vemos que una de las instituciones más desprestigiadas está a punto de aprobar la “Ley de Usurpaciones”
Leyes elaboradas precisamente para legalizar la represión y el asesinato en contra del Pueblo Mapuche.
Cuando somos testigos de un fraudulento proceso constitucional que entierra la lucha que han dado los pueblos.
Cuando vemos que quieren constitucionalizar que el agua esté en manos privadas, a través de concesiones y títulos de propiedad.
Donde además quieren perpetuar la privatización de los Recursos Naturales y Mineros.
Cuando se permiten las concesiones a los Privados de Espacios Públicos (Calles, Plazas, Lagos, Playas, etc).
Entre otras normas, no estamos más que presenciando la usurpación de la tierra y el agua, pero ahora con rango constitucional.
La tarea es dejar de ser espectadores de lo que sucede, debemos pasar a la ofensiva.
El atropello sistemático a los derechos de los pueblos originarios es también parte de la violencia ejercida por la clase dominante en contra del pueblo trabajador.
La mejor conmemoración que podemos hacer este 12 de octubre y honrarnos como pueblo en resistencia es unirnos bajo una sola bandera.
La única forma de hacer frente a este atropello es la unificación de las luchas de todos los pueblos en un solo frente de trabajadorxs, con un plan de lucha claro y reivindicaciones que incluyan las demandas de todo un pueblo oprimido.
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