por Gaston Ramirez
Domingo 17 de Diciembre. Las elites políticas pusieron término o por lo menos eso es lo que pretenden, a un proceso constitucional fracasado por donde se analice.
Durante todo el proceso constitucional, desde el acuerdo por la paz hasta el domingo 17D, la ciudadanía, la gente de a pie ha rechazado absolutamente todo lo que la institucionalidad les ha presentado en los diferentes hitos que acordaron la derecha junto al progresismo.
Si hacemos un recorrido desde el primer plebiscito nos daremos cuenta de lo anterior.
● En el 2020 cuando se plebiscito si darle continuidad a la constitución de 1980 o cambiarla, el 78.31% optó por cambiarla. En otras palabras, mayoritariamente la gente rechazó la institucionalidad.
● Cuando se plebiscito el tipo de órgano que iba a redactar la propuesta constitucional un 79.81% optó porque NO fuera mixta que incluyera a los parlamentarios en ejercicio, nuevamente un claro rechazo a la institucionalidad.
● Posteriormente en el 2021 la alta votación que sacó sectores independientes, la increíble votación de la lista del Pueblo, en la elección de convencionales constituyentes también refleja el rechazo de la gente a los candidatos de las elites políticas.
● En la propuesta constitucional del 2022 emanada de la convención constitucional, la gente rechazó. Obviamente acá tuvo mucho que ver la gran máquina comunicacional, las fake new, las mentiras de la derecha, pero se suma al rechazo de todo lo que huela a institucionalidad, que finalmente a ojos de la ciudadanía en eso se convirtió la convención constituyente que poco a poco fue perdiendo el vínculo con los territorios. Eso explica la diferencia tan abultada de la opción rechazo que terminó con un 61.89% frente a un 38.11% para la opción apruebo.
● Posteriormente en la elección de consejeros constitucionales la opción anulo y en blanco alcanzó un 21.54%, 2.693.461 de votos! otra vez un evidente repudio a toda la casta política.
● y ahora en este plebiscito la opción en contra se alzó con un 55.76% frente a un 44.24%, a pesar de todo el arsenal comunicacional de la derecha, sobre todo la última semana, con el espectáculo mediático de la detención de Daniel Andrade y Carlos Contreras, esposados, engrillados, con chalecos amarillos y por otro lado el caso de Luis Castillo indultado por el Gobierno de Boric, utilizado mediáticamente para desacreditar a la opción en contra.
● Esta tendencia surgió hace años y explotó con el estallido social, en contra de la institucionalidad, en contra de los partidos políticos y el parlamento. En el 2019 se pedía la renuncia de Piñera, y a la luz de los resultados, se manifestó también en todo este proceso constitucional, simplemente la gente demostró su hartazgo de los negociados de la derecha e izquierda para salvarse a sí mismos.
● No es que la gente sea más de derecha en coyunturas determinadas, tampoco que haya apoyos circunstanciales, o el voto péndulo. Acá la tendencia es bastante clara, lo que sucede es que se expresa en formas diferentes, porque finalmente la gente no ve diferencia alguna entre las élites de derecha e izquierda.
● También cobra relevancia el significado de las palabras voto nulo, voto en blanco, rechazo, en contra, son palabras disruptivas, provocadoras, que la gente los utilizó para expresar su rabia rechazando la institucionalidad, los partidos políticos que la componen y al parlamento.
● y si en el resultado de la anterior elección de consejeros constitucionales el voto nulo y blanco fueron altos y fundamentales para marcar una tendencia, esta vez se expresó claramente en el voto en contra.
● El resultado del domingo pasado fue un rotundo fracaso de la derecha que quiso profundizar el neoliberalismo, dando
rango constitucional a políticas que en la constitución del 1980 se les escapó.
● Pero además este resultado catapultó el fracaso evidente de todo el proceso negociado entre la derecha y el progresismo, es el fracaso del acuerdo del 15 de noviembre del 2019 y el acuerdo por Chile.
● Nadie salió a celebrar, eso es significativo, dado que la gente tiene claro que este plebiscito no tiene ninguna consecuencia para su vida diaria.
● El punto es cómo esta tendencia se expresa en el periodo que se nos viene, considerando que la crisis lejos de pasar está más presente que nunca, acá hablamos por un lado de una crisis se vera de representatividad, donde los partidos políticos y el parlamento tienen más del 95% de desaprobación.
Crisis en términos económicos, donde la clase trabajadora va a seguir siendo la más perjudicada, considerando que lejos de solucionarse los problemas por los cuales explotó la revuelta social aún están aquí y más agudos con niveles mucho más altos de inflación que en el 2019.
● Este 2024 nada bueno podemos es perar de un gobierno que ha demostrado ser más de lo mismo.
● Una vez más queda claro que solo el pueblo organizado en torno a un instrumento político con un plan de lucha claro y un programa de cambios profundos tiene el poder y la capacidad para poner fin al abuso, a la corrupción que corroe toda la elite política, poner fin a la precariedad de la clase trabajadora y terminar con las AFP e ISAPRES y así construir un sistema de pensiones y de salud dignas.
¡ Solo el pueblo organizado pondrá fin a la Constitución de Pinochet y solo el pueblo, nadie más que la gente de a pie puede construir una Constitución libre y soberana !
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